Y si; no lo niego. Hoy amanecí con ganas de tenerte

LA DIFICULTAD DE LAS PALABRAS.

Ni siquiera ahora sé como me siento, me encuentro en una sala en la que puedo escoger dos puertas diferentes; las dos tienen salida pero no sé por cual salir; dos caminos por los que tirar. Tan solo consta de dos destinos diferentes, de besos y caricias; de sonrisas y lágrimas. De poder encontrarme en tus brazos y desear que el tiempo se detenga; que no cese ni un segundo. Dos puertas, caminos… tan iguales, pero, a la vez tan diferentes.

Y tengo miedo a equivocarme, de no escoger el camino o la puerta adecuada. Y ahora solo puedo ahogar mi dolor en alcohol, esparcirlo junto al humo de mi cigarro.

Ojala pudiera estar segura; dejar de dudar; convertirme en dos personas para que cada una pudiera escoger una puerta la cual le haría enfrentarse a un camino diferente; a una dulce locura o una amarga maldición.

Por favor; darme una señal, la señal más sencilla pero que me haga decidir porque esta duda está acabando dolorosa y lentamente conmigo, con mi corazón.

Lágrimas resbalan por mis mejillas hasta mojar el teclado; el veneno recorre cada centímetro de mi cuerpo a través de mis venas.

Demuéstrame que eres el camino que debo escoger. La persona adecuada para seguir a su lado por el camino a la felicidad eterna. Ayúdame a descubrir realmente quien soy y prométeme que tú serás la misma persona que duerma a mi lado cada noche; la que me despertará con un beso; la que me abrazará cuando tengo frío y la que secará mis lágrimas. Prométeme que nos perderemos bajo las sábanas y me harás el amor dos veces por lo menos al día;  que nunca dejaré de escuchar tus te quieros; tan solo prométeme que todo a tu lado será como en un cuento de princesas; que será ese juego en el que yo te beso y tu me besas...

Y yo, ¿Qué puedo ofrecerte? Puedo ofrecértelo TODO. Puedo regalarte cientos de caricias; miles de besos, millones de te quieros… Puedo acostarte cada noche con un beso y levantarte de la misma manera; puedo besar cada centímetro de tu cuerpo, morderte; puedo hacer cualquier cosa por ti; por descubrir que tú eres el único y que contigo no necesito a nadie ni nada más. 

Me cansé de que todo lo que hago salga mal. De hacer daño a personas con acciones inocentes e incluso sé que no he sido la mejor persona que hay en el planeta; no hice nada por el mundo como pudo hacerlo Gandhi o la madre Teresa de Calcuta. Tengo mis virtudes pero al igual que tengo virtudes, tengo cientos de defectos; yo diría que incluso miles o millones...  Intenté ser buena pero si lo era acabarían conmigo; y si en esta vida alguien tuviera que acabar conmigo; ese alguien sería yo.

Pero a veces cuando todo va mal, cuando te dan ganas de tirar la toalla y mandar todo a la mierda; aparecen esas personas que han estado en tu vida ya sea en un corto o largo periodo; aquellas que te demuestran lo que te aprecian; y te abrazan en los peores momentos. Entonces, es cuando te dan ganas de seguir adelante; por esas personas, por seguir teniéndolas en tu vida; y esta vuelve a retomar un sentido; ya que esa gentucilla que has llegado a conocer ha sabido convertir cada una de tus lágrimas en una inmensa sonrisa y te ha sabido ofrecer todo ese cariño que te hacía falta…

 Doy gracias por tenerlos a mi lado, por haberlos conocido, y por haberle ofrecido un sentido a mi día a día. 

Hoy siento la necesidad de contar hasta tres; hoy siento la necesidad de cambiarlo todo, de comenzar desde cero, de impedir todo el sufrimiento que tuve que afrontar desde hace años; digamos que...no lo sé, dejémoslo en que quien juega con fuego se quema… vosotros jugasteis conmigo verdad? Pues creo que llega siendo hora de mi venganza:D

Y sigo siendo aquella niña cuyo fin se convirtió en ser feliz...